La economía peruana creció 2,95% en setiembre, según el INEI. (Perú21)
La economía peruana creció 2,95% en setiembre, según el INEI. (Perú21)

La turbulencia política no le hace bien a la economía. Para que una economía crezca, se necesita consumir, invertir y/o exportar. En momentos de conflicto Ejecutivo/Legislativo, de la dimensión que estamos observando, inversionistas y consumidores tienden a postergar decisiones, por la incertidumbre que se genera. Nadie sabe qué puede pasar mañana.

No olvidemos que la mejoría observada en la economía de los grandes números tiene su origen en una mayor demanda mundial por nuestros productos; las exportaciones se han convertido en el motor del crecimiento.

Sin embargo, esos números no se reflejan en el bienestar del ciudadano de a pie. Y eso no ocurre porque justamente hay que implementar reformas que no se ponen en marcha porque el entorno político no lo permite. El Ejecutivo y Legislativo están más preocupados en cómo demostrar quién tiene la razón y no en tomar medidas que se relacionen con la razón por la que fueron elegidos. Y eso abre el panorama para que, en 2021, pueda pasar cualquier cosa. Revisemos la historia y veamos cómo terminaron los gobiernos que tuvieron a un Congreso de oposición.Ojo que desde julio de 2016 tenemos superávit comercial (exportaciones mayores que importaciones), la inflación está dentro del rango meta del BCRP, etc. Los números macroeconómicos se ven bien, pero, para que la población vuelva a creer, esas cifras deben reflejarse en una mejoría de su día a día y eso no está ocurriendo. Sin reformas profundas en sectores, como educación, salud y Poder Judicial, no se puede avanzar más allá de coyunturas temporales que dependen de la evolución de la economía mundial y no de un esfuerzo interno. Y estemos atentos a esta última, pues están surgiendo burbujas y desequilibrios que podrían agravar las cosas. Sin un impulso externo, nuestra economía se frena. Veremos, pero por lo menos hagamos nuestra tarea.