Se MANTIENE. Consultora no cambia su estimado de crecimiento, pese a caída de inversión pública. (PERÚ21)
Se MANTIENE. Consultora no cambia su estimado de crecimiento, pese a caída de inversión pública. (PERÚ21)

Todos queremos saber qué va a pasar con la economía. La razón es que nos afecta en nuestra vida diaria. Cuando escuchamos proyecciones de los expertos, nos formamos una idea de lo que puede pasar, aunque suelen fallar.

Si se supone que los expertos son profesionales con bastantes estudios y que, por lo tanto, deberían ser creíbles, ¿por qué se equivocan tanto?

En primer lugar, la economía no es una ciencia exacta ni tampoco se puede experimentar “para ver qué pasa”.

En segundo lugar, se proyecta con modelos, que son abstracciones de la realidad; extraen de ella aquellos elementos que se consideran claves para la proyección que se está haciendo; luego se asumen ciertos comportamientos de esos factores que se han tomado de la realidad y finalmente se expresan en ecuaciones matemáticas.

En tercer lugar, no es malo hacer proyecciones de este modo; el problema es que los resultados del modelo son solo un insumo para la proyección, pero no el único; pueden ser una especie de punto de partida, al que hay que agregarle otras variables no económicas, como las institucionales, políticas, y un largo etcétera. Con ellas, ajustar la proyección hacia arriba o hacia abajo. ¿Será perfecto el resultado? Claro que no, siempre será una guía.

En cuarto lugar, la mayoría de analistas se queda en los resultados del modelo y no procede con el segundo paso. No se trata de decir que los modelos no sirven; el problema es el uso que le damos. Todos hacemos proyecciones, inclusive los más críticos, siempre dicen que todo irá mal.

Para ellos, la pregunta es la misma: ¿cómo lo saben? No perdamos la humildad en reconocer que más es lo que no sabemos que lo que sabemos.