El detalle de los créditos y transferencias de partidas se publicarán en el portal institucional del Ministerio de Economía y Finanzas. (Foto: GEC)
El detalle de los créditos y transferencias de partidas se publicarán en el portal institucional del Ministerio de Economía y Finanzas. (Foto: GEC)

En abril, la economía creció 0.02%, el registro más bajo desde 2009. ¿Estamos en caída? Se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Primero, la cifra se contrasta con abril de 2018, cuando el crecimiento fue de casi 8%. Además, en 2019 la Semana Santa cayó en abril, por lo que se trabajaron dos días menos, a diferencia de abril de 2018. Por ello, al compararse con un mes de alto crecimiento y con dos días menos, el resultado no luce tan malo. Más aún, la mayoría de analistas esperaba una cifra similar, por lo que no fue una sorpresa.

Segundo, en economía importa la tendencia. En los cuatro primeros meses, el crecimiento fue de 1.57%, 2.04%, 3.19% y 0.02%. Esto significa que la economía se aceleraba (cada mes la tasa de crecimiento era mayor que la del mes previo), pero se frenó en abril. ¿Cómo explicarlo? Desde un punto de vista numérico, el sector pesca cayó 63.02%, por la veda de anchoveta. Otro sector que cayó fue manufactura (-13.20%). El resto, al margen de minería, que tuvo una ligera caída, creció poco, pero creció.

Lo cierto es que el crecimiento acumulado de los cuatro meses apenas alcanzó el 1.68%. Esto hace casi imposible lograr un incremento de 4.2% del PBI en 2019, que es la proyección del Ministerio de Economía. Se esperaría una cifra más cercana a 3%.

El problema es que sin reformas no es posible crecer a tasas más altas. Y eso sí es un problema. No podemos vivir esperando coyunturas económicas externas que jalen nuestro crecimiento, pues en ese caso, como lo demuestran los últimos 20 años, estaremos al vaivén de lo que ocurra con la economía mundial. Reformar sectores como educación, salud y el mercado laboral es la única salida para que todos los ciudadanos puedan vivir mejor.

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