Crecimiento económico
Crecimiento económico

La economía peruana creció casi 7% como promedio anual en el periodo 2003-08. Dos razones fueron decisivas: la disciplina macroeconómica y un auge de los precios de los metales. Ahora se sostiene que en la medida que ambas causas están presentes, esas tasas de crecimiento se pueden repetir.

Si revisamos la evolución histórica de los precios de los metales, encontraremos al menos dos cosas: el nivel que alcanzaron fue tan alto que más pareció una anomalía histórica, un fenómeno de difícil repetición. Por otro lado, el entorno económico externo que prevaleció en esos años, en especial hasta 2008, fue extremadamente favorable para el Perú. La economía mundial experimentó ritmos de crecimiento inigualables. Desde luego que el costo del auge fueron las burbujas creadas que desembocaron en la crisis financiera que estalló en 2008 en los EE.UU. y países europeos. El episodio demostró que hay que tener cuidado con los periodos de fuerte crecimiento; o mejor dicho, los buenos tiempos son malos para aprender porque creemos que son para siempre.

El problema no es que no se pueda crecer 7%. Lo que importa es la calidad del crecimiento. Cómo es más importante que cuánto. Más que fijar un número como meta, los ciudadanos quieren ver los frutos del crecimiento. Si desean, pongamos los objetivos así: primero, crezcamos todo lo posible; segundo, hagamos que ese crecimiento se refleje en el bienestar de todos los peruanos.

Por último, sin reformas no será posible crecer más que lo que nos permita un entorno económico externo favorable. Las mejoras institucionales sustentan el crecimiento con equidad en un contexto de libre mercado. ¿Podrá el Gobierno implementar las reformas?