Existen varias interpretaciones. La más consensuada es que no hay igualdad de acceso a servicios básicos de calidad. Esto puede hacer pensar que antes eran buenos y ahora no, pero no es así. Una marca registrada de la región es la desigualdad, no solo de ingresos, sino también de educación, salud, agua y desagüe de calidad. Otra mirada es que la democracia representativa está en crisis. La población no solo no se siente representada por los políticos, sino que la corrupción de la mayoría ha llegado a niveles inimaginables. No obstante, en las movilizaciones, la lucha contra la corrupción es uno de muchos pedidos.