Las nuevas reglas de juego para las elecciones del próximo año. (USI)
Las nuevas reglas de juego para las elecciones del próximo año. (USI)

Los limeños tenemos el reto de escoger pronto al reemplazante de Luis Castañeda Lossio, alcalde que en esta gestión ha rondado entre la intrascendencia y la inercia. Tenemos un menú extenso de precandidatos para muchos gustos.

Dentro del grupo con mayor visibilidad, Renzo Reggiardo podría capitalizar el tema de la seguridad ciudadana, tema sobre el que tiene un programa de televisión. Reggiardo lidera las encuestas iniciales que se han difundido. Sin embargo, no define una posición clara respecto a sus intenciones, lo cual denotaría vacilaciones respecto a su postulación.

Cornejo tiene la experiencia de la postulación anterior, donde tuvo una performance destacada. Para ampliar sus posibilidades tiene que zafarse de la sombra del aprismo o, más específicamente, del alanismo.

Velarde y Muñoz tienen el reto ambos de pasar de ser alcaldes de distritos con vista al mar a candidatos de una Lima con vista al cerro. Velarde podría convertirse en el representante del anticastañedismo, pero también en un representante de necesidades post materiales. Muñoz tiene el reto de modernizar a la lampa. Su lanzamiento junto al grupo más señorial de Acción Popular no fue un buen comienzo.

Esther Capuñay es la única mujer dentro del grupo de precandidatos. No es muy conocida aún. Se la recuerda poco por su rol de empresaria de medios de comunicación y por su irrelevante paso por el Congreso.

Daniel Urresti es criollo, carismático y de respuesta rápida. Eso le da ventaja ante cámaras. Es populista y con un perfil militar autoritario, lo cual capta a un nicho de electores amplio en Lima. Su pasado, sin embargo, lo puede condenar, literal y electoralmente.

Así van las cosas en Lima. Como electores, tenemos tiempo para decidir el futuro de esta Lima que ya no puede ser más gris.