Una habitación para cinco
Una habitación para cinco

La crisis del COVID-19 nos permite, más que nunca, comprender la diferencia entre el populismo y la locura, que a veces se parecen pero no son lo mismo. Muchos populistas están aprovechando la pandemia para concentrar poder, ignorar totalmente a sus parlamentos y mentir en cuanto a las cifras de contagiados y muertos en sus naciones.

Lo que sobrepasa el populismo de derecha de Trump y Bolsonaro, y el de izquierda de López Obrador (AMLO) y Maduro, son los niveles de locura –que ahora son más peligrosos que nunca– de estos cuatro personajes con trastornos de personalidad. Trump, dirigiéndose a la doctora Deborah Birx, del equipo de manejo de Estados Unidos, para “inyectar desinfectante en los pacientes y así limpiar los pulmones”, mientras la médico no sabía dónde esconderse; o Bolsonaro que decretó cuarentena en Brasil mucho más tarde que casi todos los países del mundo, expresando a fines de marzo que “el brasileño no se contagia con nada” y que puede “zambullirse” en aguas de cloaca y no le pasa nada.

AMLO es otro que retrasó semanas la cuarentena haciendo giras por su país, y declaró a fines de marzo que “los mexicanos, por nuestras culturas, somos muy resistentes a todas las calamidades y siempre hemos salido adelante...”. Y Maduro, más tonto que delirante, acusó a EE.UU. de crear el COVID-19 contra China sin enterarse que precisamente en ese país surgió el virus. (Por cierto, su amigo Evo Morales dijo que gracias al virus China le ganó la III Guerra Mundial a Trump).

Sería bueno internar en una misma habitación a estos cinco sujetos para que, en tiempos que necesitamos salud mental, ellos discutan sus teorías.