Sánchez no pasa la primera prueba. (AFP)
Sánchez no pasa la primera prueba. (AFP)

En mi columna para Perú21 sobre la investidura del presidente de gobierno de España, titulado, “Sánchez, Iglesias y divorcios” (12-01-20), culminé con esta reflexión: “Ya sabremos si Sánchez es de la escuela del estadista (con defectos) Felipe González o del oportunista irredento José Luis Rodríguez Zapatero.

La visita de Juan Guaidó a España, luego de reunirse con la mayoría de los gobernantes de la Unión Europea (UE), incluyendo a Angela Merkel, Emanuel Macron y Boris Johnson, da un primer aviso de que Pedro Sánchez está tomando el camino de Zapatero y no el de González, sus antecesores socialistas en el cargo desde que España retomó la democracia tras la muerte de Franco.

La decisión de Sánchez de no recibir personalmente al presidente interino de Venezuela, a quien él mismo reconoció públicamente junto con el resto de los gobiernos de la UE, y en su lugar enviar a su canciller, Arancha González Laya, así como el encuentro en el aeropuerto de la capital entre el ministro de Fomento, José Luis Ábalos con la vicepresidenta del régimen de Maduro, Delcy Rodríguez –quien tiene prohibida la entrada a cualquier territorio europeo debido a la violación de derechos humanos–, ha generado la primera polémica sobre el liderazgo que tiene Sánchez.

De hecho, ya Felipe (siempre un demócrata) criticó a Sánchez por no recibir a Guaidó, y Zapatero (siempre oportunista y de quien se sospecha recibe dinero de Maduro para sacarlo de su asilamiento internacional), afirmó que era un “acierto” no encontrarse con él. Lo cierto es que Sánchez es el jefe de gobierno y aunque tenga la presión de Pablo Iglesias y de otros miembros de izquierda pro-chavista debe demostrar quién manda en España.

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