Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosa Murillo. (AFP)
Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosa Murillo. (AFP)

Daniel Ortega se hizo un autogol cuando intentó reformar la ley de seguridad social en Nicaragua. Ese fue uno de sus primeros intentos de gobernar pragmáticamente, al no poder hacerlo de manera demagógica, sobre todo ahora que no cuenta con la ayuda del Tío Nicolás, que necesita de cada dólar, no para atenuar las carencias básicas de la población venezolana, sino para repartir a militares y al servicio secreto cubano, de quienes depende para sostenerse en el poder. Ortega, como Chávez y Maduro, solo sabe dar órdenes sin dialogar y desató la violencia represiva que expone una dictadura encubierta durante 11 años.

¿Hizo Macri un autogol al pedir un gran préstamo al Fondo Monetario Internacional? Desde el punto de vista de lo prometido en su campaña electoral, sí, porque prometió no hacerlo, pero ante el riesgo de una recesión y una indetenible devaluación del peso, Macri apostó por impulsar las inversiones, aunque a cambio tuvo que hacer ajustes económicos que ya originaron tres huelgas por parte de los sindicatos.

En diciembre asumirá Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la apuesta o autogol de México al populismo, tal como ocurrió en Estados Unidos con Trump y en varios países latinoamericanos ante la desesperación contra el sistema (hoy también Italia, Hungría, etc.). Con su propuesta de “no disminuir, sino acabar totalmente con la corrupción”, pero sin explicar cómo lo hará, y sosteniendo durante una larga campaña electoral que solo él pondrá fin al narcotráfico; AMLO ha demostrado que no tiene un mínimo proyecto de gobierno para un país tan vasto, complejo y fallido como México, pero sí tiene una personalidad autoritaria. ¡Ojalá nos sorprenda!

¡Cuidado, México, con un autogol!, porque como decía Cantinflas: “… todas las ideas son respetables, aunque sean ideotas”.