César Villanueva (César Campos/Perú21)
César Villanueva (César Campos/Perú21)

Al momento de escribir este artículo, el gabinete Villanueva está solicitando el voto de confianza ante el Congreso.

Villanueva, premier y congresista por Alianza para el Progreso, tiene otra oportunidad tras haberlo sido con Humala en 2013-2014, y presidente regional por San Martín en dos periodos de 2007-2013. El gabinete ya sufrió su primera baja con Daniel Córdova, que salió tras proponer el canje del viceministro Soldi para solucionar un problema sectorial. Vizcarra y Villanueva mostraron buenos reflejos políticos al zanjar rápido el problema.

Se anticipaba que Villanueva obtendría sin contratiempo el voto de confianza, no se vislumbraba hostilidad en la relación Ejecutivo-Legislativo. Además, Villanueva conoce el manejo congresal y ha hecho rondas de conversaciones con varias bancadas.

El gabinete no la tendrá fácil. La economía no viene bien y la proyección de crecimiento se ha reducido. La pobreza ha aumentado, indicativo de que el país arrastraba un problema desde el gobierno anterior.

Además de la vocación concertadora, la lucha anticorrupción está en la agenda a pedido del país, harto de Lava Jato. La descentralización y el desarrollo requerirán no solo diagnósticos, sino medidas para los próximos 39 meses.

Las facultades se otorgarán para agilizar la reconstrucción y los temas de competencia del MEF (el ISC y las exoneraciones tributarias serían revisadas para analizar su impacto).

Un aspecto pendiente para Villanueva, opositor a PPK y promotor de la vacancia, sería reconstruir la relación con la bancada de Peruanos por el Kambio, pese a las buenas relaciones con otras bancadas. Vizcarra y Villanueva no deben prescindir de tener representación en el Congreso, sería apostar por la inestabilidad congresal.

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