Ricardo Gareca entrenaba al Palmeiras, sin mucho éxito, antes de la selección peruana. (Getty Images)
Ricardo Gareca entrenaba al Palmeiras, sin mucho éxito, antes de la selección peruana. (Getty Images)

Alegría desbordante en un país que hace 36 años no llegaba al mundial. Se generaron expectativas. Un tema nacional en un país futbolero por afición y no por éxitos deportivos. A partir del 70, en 16 años llegamos a tres mundiales: 70, 78, 82 (generación dorada). Nos eliminó Chile en el 74 y en el 85 ganábamos en Argentina hasta el minuto 82, Gareca empata y quedamos fuera de México 86.

El grupo actual, hechura de Gareca, fue renovado y en su mayoría será el equipo del Mundial, pero podrían perfilarse jugadores para futuros torneos internacionales.

En la Copa América Centenario obtuvimos el tercer lugar y le ganamos a Brasil tras 40 años. Gareca se atrevió al recambio generacional 90-2000 vs. 80; resultando en una excepcional segunda parte de clasificatorias. Respetó el ADN peruano, el fútbol de toque, y ha sido coherente con el proceso. Su lista de jugadores no es inmóvil, pero respeta los rendimientos, compromisos y disciplina. Ello genera sana competencia. El incentivo se potencia con la clasificación, es el rendimiento lo que descarta o promueve, y nadie está descartado, ni Pizarro.

En el futuro será importante potenciar el trabajo con menores. Un número importante de jugadores salió de Sub 20 de Ahmed: Flores, Polo, Yordy, Tapia, etc.

El proceso Gareca/Oviedo, con el apoyo de Oblitas, Matute y otros, deja lecciones para la economía y el Estado. Los procesos deben respetarse.

Reestructurar puede ser indispensable y nada funciona sin liderazgo y disciplina. Por otro lado, los efectos económicos inmediatos son el incremento de la valorización económica del equipo, mayor demanda de sponsors, y mejor ánimo, conveniente para el consumo. “Tócame que es realidad”, estamos en Rusia 2018 y no es el final de un ciclo, sino el comienzo de un futuro diferente, cuyo reto será hacer sostenibles estos resultados y no tener que esperar 36 años otra vez.