PPK
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Las reiteradas negativas del presidente a asistir a la comisión Lava Jato le están pasando factura política. El presidente ha sido, por decir lo menos, ambiguo, respecto a su relación con Odebrecht, por desconocimiento o intencionalmente. La información pública revelada ha generado desconfianza en la población.

La información da cuenta de que mintió o no fue claro (la aceptación extemporánea de la asesoría financiera a través de First Capital en el Proyecto Olmos parece insuficiente). Pero el tema ahora es más político que jurídico. Siendo ministro entre 2004 y 2006, no podía realizar alguna actividad privada paralela (gestor de negocios).

La explicación acerca de la percepción de utilidades como accionista en Westfield (empresa unipersonal), aun siendo legal, generaría conflicto de intereses.

Para algunos, las asesorías podrían estar encubriendo favores en ejercicio de funciones. La actitud previa de PPK y su pésima velocidad de respuesta y sensibilidad política permite interpretaciones maliciosas.

Los servicios fueron lícitos y legales (factura e impuesto pagado), así fue aclarado por Odebrecht. Por ello, no eran objeto de la colaboración eficaz. La información debió ser divulgada antes, pero el presidente alega no haberla conocido al estar alejado de las actividades de la empresa… Cuando menos, fue negligente.

La pregunta es si ello califica como “incapacidad moral permanente” como para ameritar la vacancia. En mi opinión no... y le haría daño al país. Será responsabilidad del Congreso, siendo necesario para ello 87 votos.

La no vacancia dejaría al Ejecutivo debilitado (aún más) y la vacancia dejaría al país en una espiral de inestabilidad política y económica, donde políticos y empresarios están bajo sospecha. Según el mandato constitucional, el vicepresidente asume la presidencia hasta la conclusión del mandato… Lo que vendría después está por verse.