(César Campos)
(César Campos)

Sin grandes reformas (tributarias, laboral y productividad), es posible que siga el crecimiento mediocre, aun con estabilidad política. No es seguro que el entorno internacional con buenos precios de metales continúe al 2021.

Hay amenazas en la disputa comercial entre EE.UU. y China, el proteccionismo y el escenario en Siria, Corea del Norte y Europa.Para que nuestra economía dé un salto, no es suficiente gastar S/1,500-S/2,000 millones en la reconstrucción (según Apoyo, no será más de S/400 mllns.), además se deberá impulsar proyectos. Aun si Quellaveco (S/5,500 mllns.) y Mina Justa (S/1,600 mllns.) fueran realidad, pendiente está Tía María (Southern trabaja con la población).

Preocupa que la pobreza haya subido 1% en el milenio (20.7% a 21.7%). Ello implica a 375,000 personas que dejaron la clase media. El 50% de ellas está en Lima (1.4 millones de pobres). Además, hay más pobres urbanos que rurales. No es casualidad que la mayor incidencia esté en Cajamarca (rehén antiminero).

Los programas sociales pasaron de S/5,400 mllns. (2016) a S/6,400 mllns. (2017), estos alivian la pobreza, pero no la reducen. La inversión privada es clave, la inversión pública también, pero insuficiente para generar más empleo.

¿El mediocre crecimiento es consecuencia del modelo económico? Sí, pero por no haberlo aplicado, no por su agotamiento. Con Humala y PPK, el modelo no tuvo fluidez, no se avanzó en reforma institucional, y la conflictividad política complicó la economía.

En 2017, el crecimiento global fue de 3%, Perú creció 2.5%. ¿El aumento de pobreza no sorprende? Crecemos por debajo del promedio. Con apertura comercial, Perú pasó del 42.4% de pobreza en 2007 al 20.7% en 2016. El país creció al 6% hasta 2012. De 2013 a 2017, este promedio fue 3.05%.

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