Luego de su discurso, Martín Vizcarra le cedió la palabra a cada presidente americano para que pueda pronunciar su intervención final en la Cumbre de las Américas. (Rafael Cornejo/Perú 21)
Luego de su discurso, Martín Vizcarra le cedió la palabra a cada presidente americano para que pueda pronunciar su intervención final en la Cumbre de las Américas. (Rafael Cornejo/Perú 21)

Concluyó la Cumbre de las Américas con la Declaración de Lima. Tuvo ausencias importantes: Trump, bombardeaba los depósitos químicos de Siria sin víctimas civiles, lo que revela sus prioridades. Maduro, desinvitado, mereció la condena de varios países ante la crisis venezolana, y Castro, que canceló su visita. Algunos preguntaron por qué se desinvita a Maduro y no a Castro también, cuyo régimen tiene 60 años (1959). El presidente de Ecuador llegó al Perú y se retiró el mismo día tras la muerte de periodistas a manos de disidentes de las FARC en la frontera con Colombia.

Vizcarra tiene 57% de aprobación, muestra aplomo y perfil sin aspavientos. Nada de bailecito, gimnasia en Palacio, ni risotadas que la coyuntura política no demanda.

La Declaración de Lima aprobó 57 puntos negociados en siete meses. Hay que pasar de lo declarativo y los cocteles a medidas concretas. Las cumbres deben ser más que letra muerta declarativa.

Fuera de la agenda formal, la situación de Venezuela ocupó espacios y hubo manifestaciones en la plaza San Martín. Países grandes como USA, Canadá, México, Brasil, Argentina, Colombia, Chile, Perú, etc., firmaron un pronunciamiento e indicaron que no reconocerían las elecciones en mayo. Defendieron a Venezuela, Bolivia y algunos países de Centroamérica, subsidiados con petróleo. Antes Venezuela tenía más “amigos”, pero los ha perdido con los cambios de gobierno en Argentina, Brasil y Ecuador.

La ausencia de Trump, Maduro y Castro hizo perder peso a la reunión, pero sirvió para encuentros colectivos y bilaterales. Fue una buena Cumbre para Vizcarra, quien cumplió como anfitrión, estrenando la Presidencia y fortaleciendo la posición política del Perú.