Hace un año, en estas fechas, estaba ya claro que se nos venía un verano particularmente templado para la costa del Perú. La razón: la de siempre. La temperatura del mar. Al término de 2017, el mar frente a Perú era claramente más frío que lo habitual.
Este año no. A un mes del inicio del verano, existe según el ENFEN un importante 62% de probabilidad de que una nueva edición, posiblemente débil, de El Niño costero se consolide entre enero y marzo entrantes.
Así las cosas, las temperaturas en Lima y la costa –a diferencia del último verano– estarán por encima de sus valores normales. Eso llevará a Lima a varios días sobre 30 °C de temperatura del aire en los distritos que no son tan cálidos, como son los cercanos al mar.
Para tener una referencia, y considerando los datos que se miden en el aeropuerto de Lima, el verano 2018 no registró ningún día de 30 °C o más. En 2015 se llegó 10 veces; en 2016, 12 veces, y en El Niño costero de 2017, 32 veces.
El impacto del calor lo vamos a empezar a sentir con fuerza recién al final del año. Como suele suceder en verano, episodios breves de potenciamiento del calentamiento del mar traerán estos días de 30 °C o más distribuidos en seguidillas y no aleatoriamente.