La novedad vivida esta semana es que la tormenta eléctrica acaecida no venía de la sierra. Venía del mar, señala el columnista.  (Foto: capturas de Twitter)
La novedad vivida esta semana es que la tormenta eléctrica acaecida no venía de la sierra. Venía del mar, señala el columnista. (Foto: capturas de Twitter)

No es la primera vez que observamos rayos o escuchamos truenos en Lima. Estos fenómenos –muy raros para Lima– se presentan siempre asociados a la temporada de lluvias en la sierra cuando una tormenta alcanza, por diversas razones, a desplazarse hacia la costa.

La novedad vivida esta semana es que la tormenta eléctrica acaecida no venía de la sierra. Venía del mar. Toda una rareza que, sin embargo, tendría un antecedente según publicaciones meteorológicas locales en el año 1960.

Lo que tuvimos en Lima y llegó hasta la costa de Pisco es el impacto de nubes de tormenta formadas alrededor de una condición atmosférica llamada Depresión Aislada en Niveles Altos o DANA.

Las Danas suelen presentarse frente a las costas de Sudamérica con cierta baja frecuencia y se producen generalmente sobre el océano abierto. Su impacto en precipitaciones en la costa es muy esporádico y difícil de anticipar.

En julio de 2018 una condición similar de una Dana frente a las costas de Perú y Chile produjo una tempestad eléctrica sobre la provincia de Chincha no muy lejos de Lima con presencia de granizo además. Igual que lo observado en Ate la mañana del 24 de mayo. Día histórico para el clima limeño en toda la regla.