Una de las primeras medidas que anuncia China en sus represalias contra Washington es la suspensión de la cooperación en la lucha contra el cambio climático entre ambos países, señala el columnista.  (Foto: AP)
Una de las primeras medidas que anuncia China en sus represalias contra Washington es la suspensión de la cooperación en la lucha contra el cambio climático entre ambos países, señala el columnista. (Foto: AP)

Hace unas semanas, en esta columna, dejábamos notar que la mayor potencia económica de Europa y una de las democracias más activas en la lucha contra el cambio climático, como lo es Alemania, hacía a un lado su plan de descarbonización en su matriz energética para compensar parte del recorte del suministro de gas que Rusia le ofrece. Ello, en medio de la guerra de invasión a Ucrania y las sanciones comunitarias avaladas por Alemania.

En el verano récord en calor en Europa, el gobierno alemán, conformado en alianza con los verdes, dejaba de lado “por el momento” su agenda climática.

La reciente visita de la señora Pelosi, líder de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos a Taiwán, generó una fuerte respuesta retórica y práctica de China, la cual aduce ser la legítima dueña de Taiwán.

Una de las primeras medidas que anuncia China en sus represalias contra Washington es la suspensión de la cooperación en la lucha contra el cambio climático entre ambos países. Una de las más activas cooperaciones recientes.

China es –de lejos– el mayor emisor de gases de efecto invernadero. Estados Unidos el segundo.

Queda claro –otra vez– que el calentamiento global es negociable en política.