Las lluvias aumentarán en Tumbes y partes de Piura, señala el columnista. (Foto archivo)
Las lluvias aumentarán en Tumbes y partes de Piura, señala el columnista. (Foto archivo)

Tras el fenómeno de El Niño de 1982 y 1983, la NOAA dispuso la ubicación de boyas con instrumentos de medición de la temperatura sobre y bajo la superficie del océano Pacífico Ecuatorial donde se desarrollan El Niño y La Niña.

La idea era llevar un monitoreo minucioso del perfil de la temperatura del océano y además de los vientos en su superficie. El mismo que continúa y aumenta con el tiempo.

Ese esfuerzo ha servido para entender cómo cambios en la dirección del viento en el Pacífico Ecuatorial Occidental (Indonesia) son capaces de producir un desplazamiento de aguas cálidas desde allá hasta la costa ecuatorial sudamericana. Son las llamadas Ondas Kelvin. Pueden ser frías o cálidas.

En diciembre de 2021 una reversión de vientos en Indonesia produjo el desarrollo de una Onda Kelvin cálida que tres meses después, el 27 de febrero último, llegó a las playas de Talara.

El mar se calentó 6ºC ese mismo día en las playas del puerto.

Como todos sabemos, este verano ha sido muy ventoso y ello ha facultado un fuerte afloramiento de aguas frías en el litoral.

Veremos la capacidad de la Onda Kelvin de mezclarse y eventualmente desplazar las aguas frías litorales desde Lambayeque hacia el sur. Menuda tarea.

Entretanto, las lluvias aumentarán en Tumbes y partes de Piura.