Esta semana, por primera vez en el verano, una de las tres estaciones meteorológicas homologadas por la Organización Meteorológica Mundial ubicadas en Lima y Callao; concretamente la de La Molina, alcanzó la base 3 de temperaturas máximas: 30°C.
Es normal que ello suceda en los veranos limeños. No es tan normal que ello suceda recién el 31 de enero. La razón la podemos ver en el otro extremo de la ciudad: en el mar. Sigue el mar de la costa central sobrenfriado por el viento. Ello enfría el aire y es causante de tanta niebla litoral que durante varias semanas viene afectando gran parte de la costa entre Ica y Lambayeque.
La Niña no ha permitido –en su muy prolongada edición desde mediados del 2020– que el otro extremo de Lima: la costa, alcance 30°C ni en 2021 ni en 2022, ni aún en el 2023. Muy distinto al 2019 donde pasamos 13 veces esa marca o el 2020 con cinco oportunidades.
Este siglo, en El Niño costero de 2017, superamos los 30°C en la costa, medidos en el aeropuerto de Lima-Callao 31 veces.
En lo que va del verano, el día más cálido ha sido el 28 de enero en el aeropuerto con 28.1°C, el 2 de febrero en Lima Centro (Campo de Marte) con 29.6°C y en Lima Este (Universidad Agraria de La Molina) con 30.3°C.