Lluvia de verano en Lima se debe a desplazamiento de nubes de la selva a la costa. (Renato Pajuelo/Andina)
Lluvia de verano en Lima se debe a desplazamiento de nubes de la selva a la costa. (Renato Pajuelo/Andina)

Esta semana, los valores de la temperatura del mar en las regiones del océano Pacífico central que se estudian para lo concerniente a La Niña y El Niño alcanzaron el umbral a partir del cual se ingresa a este último fenómeno climático. Se espera que no solo el océano, sino además la atmósfera, lo que es lo mismo que los vientos sobre aquel, igualmente muestren señales de que se comportan como suele hacerse durante eventos de magnitud débil a moderada de El Niño.

Es más probable que no, en este momento, a la luz de los modelos climáticos, que durante el próximo verano se alcance estatus de El Niño en el centro del Pacífico. Quizá en la costa además. El resultado de ello es una alta probabilidad de que las lluvias en la sierra y selva terminen acumulando cantidades por debajo que lo que normalmente hacen.

El Senamhi, que por primera vez ha hecho público un pronóstico cualitativo de lluvias desde setiembre hasta el verano, ha manifestado el mismo sesgo hacia una deficiencia nacional de lluvias. ¿Estamos preparados para un año flojo de lluvias en la sierra? Los mismos modelos advierten de más lluvias en el norte. ¿Estamos preparados para lluvias en el norte por encima de lo normal? ¿Para muy por encima de lo normal?

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