(Getty Images)
(Getty Images)

1) Ya está circulando una versión preliminar de las correcciones y precisiones que contendrían los textos escolares del próximo año acerca del terrorismo. El espacio otorgado al tema es bastante mayor al que tenía. Lo que está bien. Sin embargo, se presta a confusión cuando lo sucedido en nuestro país entre 1980 y 2000, la guerra interna contra SL y el MRTA, pareciera mostrarse como la anticipada versión local de la época del terrorismo iniciada con el atentado a las torres gemelas en 2001 y que ahora se presenta de manera globalizada.

2) Repetidas veces se habla solo de “violencia terrorista” como caracterización de lo sucedido en nuestro país, confundiendo la subversión con el terrorismo. La subversión es un proceso en el que un grupo organizado enfrenta a las FF.AA. con el objetivo de cambiar el régimen político-social imperante. Lo que hubo en nuestro país fue una subversión que empleó acciones terroristas en el camino de la construcción de otro estado que les permitiera ganar el poder.

Podríamos tipificarla como subversión terrorista. Las acciones criminales de la subversión –el terrorismo– fueron una de las vías utilizadas por los subversivos para crear temor en la población civil. Sin embargo, un ataque a las FF.AA. no puede siempre calificarse como un acto terrorista, menos la violencia del narcotráfico contra la PNP que los combate. El terrorismo, de por sí, no se plantea la lucha por el poder, ahí está el enfrentamiento entre sunitas y chiitas, como también los atentados en Bruselas, Londres, París, Barcelona, etc.

3) Asustar a los estudiantes con que las “posiciones políticas radicales” (¿quiénes las califican?) favorecen el resurgimiento del terrorismo es parte de la campaña de los mismos autoritarios y ultraderechistas que no se cansan en atacar al LUM.

4) ¿Y lo sucedido, por ejemplo, en Barrios Altos y La Cantuta se debe ocultar a los estudiantes?

TAGS RELACIONADOS