Presidencia del Consejo de Ministros dijo que se busca una mayor integración de la sociedad peruana. (USI)
Presidencia del Consejo de Ministros dijo que se busca una mayor integración de la sociedad peruana. (USI)

Soy un baby boomer, nacido más de un lustro después de que finalizó la Segunda Guerra Mundial. Nuestros mayores se referían, aun en un continente que no la sufrió en carne propia, con frecuencia a ella. ¡Qué suerte tuvimos! Con las enseñanzas obtenidas construiríamos un mundo en el que la hecatombe no se repetiría nunca más.

Siendo judío, el asunto era más marcado. Buena parte de nosotros habíamos nacido en otras coordenadas geográficas de padres que habían sobrevivido el holocausto. Recibidos generosamente por latitudes nuevas, no sufrimos rechazo debido a nuestra religión y pudimos florecer en libertad. ¡Cuántas veces nos machacaron que habíamos recibido un número de la lotería bendito, que no sabíamos lo que era la muerte, el exterminio, la carencia!

En un momento vino la rebelión. No tenemos por qué agradecer la porción de vida que nos ha tocado. No somos culpables de lo que vivió la generación anterior. Debemos saber pero no revivir, conmemorar pero no repetir. Nos tocan otras circunstancias y nuestro deber es construir con ellas, no hacer como que siguen existiendo las de la generación anterior.

La sociedad peruana vivió un trauma terrible. Estuvimos a punto de zozobrar. Asesinatos, secuestros, ataques, apagones, terrorismo. Entender lo que pasó, analizarlo, ensalzar héroes, poner en su sitio a villanos, sí. Pero hay quienes han querido imponerse vendiendo a los jóvenes culpa por no haber sufrido lo que sufrimos nosotros, pidiendo que preferencias y decisiones no tomen en cuenta lo que, felizmente, cambió. Craso error. Están pagándolo muy caro.