La ONPE no se mancha

“Por la salud y limpieza de este proceso electoral, el titular de la ONPE no debe continuar en el cargo. Si él mismo no quiere dimitir, el CNM debe destituirlo”.
La Onpe está en la ojo de la polémica tras denuncias de presuntas irregularidades. (Perú21)

Lo que sucede en la ONPE es realmente preocupante. Una institución que está en los cimientos de nuestra democracia es el centro de denuncias por favorecer la inscripción de Podemos Perú, partido del cuestionado ex legislador José Luna, que con esa ayuda quedó habilitado para participar en las elecciones de octubre. La cabeza de la institución, Adolfo Castillo, está en medio de este penoso hecho y su permanencia no hace sino sembrar dudas sobre nuestro sistema electoral.

En un Estado democrático como el nuestro, un organismo como la ONPE es el encargado de garantizar que la libre y genuina decisión que toman los ciudadanos a través del voto se vea reflejada en el resultado del conteo con la elección de las autoridades. Los peruanos confiamos en que este órgano autónomo funcione sin presiones e influencias políticas que busquen inclinar la balanza hacia ciertos partidos o candidatos.

Con todas las evidencias, aportadas por testigos que laboraron en la misma entidad, va quedando claro que sí hubo un favorecimiento a Podemos Perú, que ha lanzado como candidato al municipio limeño a un enjuiciado por delito de homicidio a un periodista. Si esto se convalida, ¿no es acaso una señal de una elección amañada en ciernes?

Esto no hace sino obligarnos a volver la mirada al nefasto rol que jugó José Portillo (‘papelito manda’) en el año 2000 al frente de la ONPE al intentar validar las firmas falsas para la re-reelección de Fujimori, lo que le valió la cárcel. Es más, la funcionaria que denunció a Castillo reveló que José Cavassa, a quien se le relacionó con Montesinos, también merodeó las oficinas del actual jefe de la ONPE fungiendo de asesor.

Por la salud y limpieza de este proceso electoral, el titular de la ONPE no debe continuar en el cargo. Si él mismo no quiere dimitir, el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) debe destituirlo. Con su retiro, además, se debería proceder a la anulación de la inscripción de Podemos Perú.
Los últimos audios que revelan presiones de altos directivos incrementan las sospechas de que hubo un acuerdo bajo la mesa.

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