Ojo con los patos rengos

A una semana de la primera vuelta, el grueso de la ciudadanía aún busca explicaciones de los resultados o evalúa cuál de los dos contendores sobrevivientes calificaría de mal menor. En este trance, conviene no dejar de prestar atención a los patos rengos de la Plaza Bolívar.

Como explicó Augusto Townsend (Comité de Lectura, 19/9), el término “pato rengo” en política alude a las autoridades que se encuentran, luego de un proceso electoral que perdieron o en el que no participaron, en ejercicio del cargo, pero a la espera de ser reemplazadas. Es la situación de los actuales congresistas. Este periodo puede ser peligroso ya que se ha perdido la referencia electoral como un factor que disciplina la conducta del político, sea individual o partidariamente. Así, no es extraño que en “periodo de patos rengos” se aprueben medidas de gran impacto y/o controversiales.

Del primer supuesto, para bien, el Parlamento culminó cuatro procedimientos de antejuicio y juicio político vinculados a casos de corrupción (en sentido amplio) de exfuncionarios. No obstante, también prepara medidas del segundo tipo como la pretensión de retomar donde se quedó el nombramiento del Tribunal Constitucional.

Recordemos. El procedimiento de selección fue suspendido luego de acumular cuestionamientos respecto a la idoneidad de su reglamento, el procesamiento de la participación ciudadana, la exclusión de candidatos, la renuncia de candidatos e integrantes de la comisión, etc. Con este panorama, buscar continuar con el mismo procedimiento y sus pasivos, incorporando nuevos integrantes a la comisión seleccionadora que no participaron de las etapas previas, sin reiniciarlo desde cero o remediar sus fallas, afectaría una elección sumamente trascendente. El TC está llamado a ser el guardián de la Constitución del periodo de gobierno 2021-2026. Solo lo será si lo integran magistrados independientes e idóneos.

Seleccionar y nombrar al TC es una atribución del Congreso que se encuentre en funciones. Así lo señala la Constitución. Pero ello no habilita a que se haga sin garantías. Ni siquiera en periodo de patos rengos.