Obstrucción o demostrar lo contrario. (GEC)
Obstrucción o demostrar lo contrario. (GEC)

La señora Keiko Fujimori es libre otra vez, pese a que obstruyó el trabajo de la justicia. Según catorce magistrados del Poder Judicial, la señora Fujimori obstaculizó la investigación fiscal contra ella por lavado de activos. Pero según tres magistrados del Tribunal Constitucional –Blume, Sardón y Ferrero–, no entorpeció nada. Admiten la obstrucción, pero la atribuyen a “personas” de Fuerza Popular. Una exculpación fáctica. Internas de Chorrillos le piden a estos magistrados igual trato que con la señora Fujimori. Con toda razón.

El cuarto magistrado, el señor Ramos, contradice al señor Blume al basar su decisión en hechos posteriores al momento en que se dictó la prisión preventiva. El señor Blume solo evalúa hechos previos a la prisión preventiva. El señor Ramos cree que, con el Congreso disuelto, ya no hay obstrucción. Por eso –y porque cree que Los Cuellos Blancos “han caído”– el señor Ramos libera a la señora Fujimori.

Posterior a la prisión preventiva fue también la declaración de Jorge Yoshiyama. “Keiko Fujimori me informó que estaban aceptando su casación, que todo iba a salir favorable para ella, que no me preocupara más por el tema, ya que con esa casación harían que se archive el caso”, testificó el señor Yoshiyama ante la Fiscalía. Cuando le pregunté al señor Ramos si esta declaración evidenciaba una gruesa obstrucción a tomar en cuenta, guardó silencio.

Días antes de ser liberada, la señora Fujimori no declaró a la Fiscalía, denunció a la comunidad internacional que no hay justicia en el Perú, y su esposo fue a la Embajada de los Estados Unidos. La señora Fujimori, ya libre, dice que colaborará con “un proceso lleno de abusos y arbitrariedades”. A la señora Fujimori se le ha visto más obstruyendo que colaborando. Difícil creer que hará lo segundo, más que lo primero.