A comer bien. Obesidad infantil puede evitarse. (USI)
A comer bien. Obesidad infantil puede evitarse. (USI)

La obesidad se define como el exceso de grasa corporal en relación con el peso y la talla del individuo. Hay personas que tienen peso alto en relación con su talla, por tener una gran masa muscular, y, por lo tanto, son musculosos, pero no son obesos.

Para diagnosticar la obesidad, suele bastar el examen físico del pediatra, ya que el exceso de grasa es evidente, pero en caso de duda, y para estudios científicos, existe el “calibrador de grasa subcutánea”, que es un dispositivo que mide el grosor de un pliegue que se hace en la parte posterior del brazo y que indica si es o no excesivo.

Hay la creencia equivocada de que la obesidad en niños o adolescentes es usualmente causada por un trastorno endocrinológico, sobre todo por hipotiroidismo. Por el contrario, los trastornos endocrinos solo en muy raras ocasiones causan obesidad. Por largo, la causa principal es la combinación de una predisposición genética (que puede ser heredada), la ingesta excesiva de calorías y la falta de actividad física. Estas dos últimas son las más importantes. Por lo tanto, se recomienda que si el niño o adolescente tiene sobrepeso, se consulte primero al pediatra.

Un dato práctico importante a tener en cuenta es que durante la adolescencia, los varones tienden a aumentar su masa muscular y reducir la grasa corporal, mientras que en las mujeres es al revés. Por ello, hay más riesgo de obesidad en las mujeres que en los varones a esas edades.

Usualmente, una historia detallada de lo que el paciente consume, así como la actividad física que realiza y el examen físico, son suficientes para hacer el diagnóstico.

Como se dijo, es inusual que un trastorno endocrinológico sea “la causa” de la obesidad, pero sí es común que la acompañe, como ocurre con la diabetes, sobre todo si hay el antecedente familiar. Por ello es recomendable que el paciente se haga un descarte de esta enfermedad para saber si ya la tiene o si es un prediabético y hacer una terapia oportuna.

A estas edades, es infrecuente que se alteren los lípidos corporales (colesterol, triglicéridos, etc.), pero si hay antecedentes familiares de ello, también habrá que hacer el descarte.

Para el tratamiento de la obesidad, es importante la participación del nutricionista que, conjuntamente con el pediatra, maneje a lo largo del tiempo la evolución del paciente, ya que es un problema de larga evolución. No se recomiendan sustancias que reduzcan el apetito.

TAGS RELACIONADOS