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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

¿Es equivocado o inmoral que en sus preocupaciones graviten los temas económicos? Por supuesto que no; empero, la crítica apunta al complemento: se preocupan de las libertades cuando se trata de cuestiones crematísticas, no así cuando atañen a las libertades políticas e individuales.

Lo cual nos lleva al segundo plano de incriminación: por defender los aspectos económicos, dicen sus opositores, son capaces de defender hasta dictaduras. Este segundo aspecto puede ser real en algunos casos, pero son los menos y por ello me parece una canallada; baste revisar a los líderes de opinión liberales para constatar una continua preocupación por las libertades de todo tipo. Empero, también es cierto que el que calla, otorga, y en esto los liberales han otorgado mucho.

Cualquiera sea el liberal escogido en una vasta biblioteca, encontrarán una consistente preocupación por las libertades básicas del individuo (uso de drogas, propiedad sobre su cuerpo, abortos, etc.), así como políticas (de expresión, pensamiento, prensa, elección, participación política, etc.); no es pues cierto que las preocupaciones liberales estriban en sólo lo económico.

Sean pues o no ciertas las incriminaciones, lo importante es que el actual contexto venezolano llama a un cierra filas detrás del pueblo llanero. Lamentablemente, es tanta la costumbre de enfilarla contra el neoliberalismo y todos sus males, que la izquierda opta abierta y descaradamente por mantenerse muda frente a la barbarie chavista. Nada nuevo, supongo. Sin embargo, salta una cuestión a la vista: si se queda muda frente al atropello venezolano, ¿qué pasaría si ello vuelve a suceder localmente? ¿Cómo actuará la izquierda peruana si mañana se vulneran las instituciones locales para mantener a un caudillo? ¿O es que sólo depende del sesgo ideológico?