Los nubarrones de la Confiep

Guido Lombardi,Opina.21Llama la atención esta falta de confianza (definida por el DRAE como "ánimo, aliento y vigor para obrar") entre quienes se autodefinen como los más dispuestos a obrar con vigor a pesar de los riesgos. También resulta llamativo que los "hechos que afectan al país" no sean tales. No constituyen un hecho las inoportunas declaraciones del presidente (así las calificamos en esta columna) sobre los medios, ni se les puede atribuir el carácter de "súbita intervención política que, tomando partido en una controversia privada, (…) pretende alterar las reglas establecidas". Eso es –por decir lo menos– una exageración. Tampoco es un hecho el proyecto de ley universitaria "que desnaturaliza la autonomía y somete la universidad a una entidad bajo el control político de turno". Es un proyecto y como tal podrá ser discutido, modificado o descartado.

Aunque la preocupación en relación al tema pesquero sea más entendible, por sí sola no explica el clima de confrontación que denuncia García Miró y que produce, según sus palabras, una "preocupación genuina sistemática y generalizada" entre los empresarios.

Por último, habría que decirle al presidente de Confiep que la política es tarea de todos y que, si tan poco les interesa, hacen mal en utilizar el comunicado para mencionar a sus ministros preferidos, es decir, los que deberían ser inamovibles en los cambios que deben producirse después del 27 de enero.