(AFP)
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Esta semana Bloomberg reportó que , ciudad de . La alerta la dio la Asociación para la Integridad de las Elecciones (), que es una coalición de centros de investigación preocupados por el papel de las noticias falsas en las elecciones. Otra vez, la razón es monetaria: el tráfico que crean les genera beneficios económicos por publicidad. Para quienes no lo hayan visto ya, recomiendo ver (y hacer ver a otros) los en Google o YouTube sobre el tema.

En este caso, la razón para fabricarlas es ganar plata por los anuncios que vienen aparejados al tráfico a webs y cuentas de Facebook de esas noticias. La compra programática implica poner anuncios donde la gente hace click y fabricar noticias falsas los genera. En otros países se han hecho y, de hecho, eso se ha reflejado en mayor presión sobre los gigantes tecnológicos para adoptar medidas.

El papel de las noticias falsas en las elecciones norteamericanas y británicas de 2016 hizo que surjan o se potencien una gran diversidad de iniciativas para presionar por una mayor transparencia, tantas que es complejo resumirlas. Pero el resumen que sí es sencillo hacer es que en el Perú estamos en nada para el huaico que se nos viene.

Facebook y WhatsApp son las redes más riesgosas, por su alcance y porque mucho del contenido no es rastreable por los buscadores. Se requiere sensibilizar a suficiente número de gente para que identifique una noticia falsa y la denuncie para que el resto pueda saberlo.

WhatsApp ha hecho público el número +1 (727) 291-2606, que corresponde a la Red Internacional de Comprobación de Hechos, que en el caso peruano lleva a las pocas entidades que hacen ese tipo de trabajo en Perú, que no se van a dar abasto en las elecciones ni por asomo.

En el caso de Facebook, la experiencia sobre cómo se esparcieron las noticias falsas ha sido documentada y analizada para identificar patrones y extraer recetas que permitan combatirlas en un libro disponible para ser bajado en el siguiente link: , que está disponible desde 2017.

Aun así, Veles retorna a ser fábrica de noticias falsas sobre elecciones que no le incumben. En el Perú se va a tener que actuar muy rápido. Lo primero es reclutar a un grupo suficientemente grande y diverso que sea consciente del problema y que esté dispuesto a alertar sobre noticias falsas, simpatice o no con su consecuencia electoral. Así como la reforma política ha generado participación de la sociedad civil, se necesita urgente lo mismo en este frente.

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