January Neatherlin, de 32 años, dueña de una guardería, fue condenada a 21 años de prisión. (Getty Images)
January Neatherlin, de 32 años, dueña de una guardería, fue condenada a 21 años de prisión. (Getty Images)

Uno de los retos más importantes para la economía es lograr condiciones que permitan equiparar el hecho de ser madre con trabajar fuera de casa. En Noruega no existe este problema, pero no siempre fue así. En la década de los 70, la mayor cantidad de mujeres empezaron a trabajar y ello se hacía incompatible con la crianza, por lo que la tasa de maternidad empezó a bajar tan drásticamente que las autoridades empezaron a tomar medidas para revertir esta situación.

En Noruega existe gran cantidad de guarderías y el 96% de los niños de 1 a 5 años asiste a ellas. El permiso por maternidad es de hasta 56 semanas (más de un año) percibiendo el 80% del salario o de 46 semanas percibiendo el 100%.

La maternidad ya no es obstáculo para trabajar en Noruega y esto no va en contra de las posibilidades de contratación de las mujeres. El 47% de la fuerza laboral son mujeres y es de los países con menor brecha salarial entre el hombre y la mujer.

Otro factor que es importante para no desincentivar la presencia de las mujeres en la fuerza laboral es establecer condiciones necesarias para que los padres también tengan una mayor vinculación con la paternidad. El permiso de paternidad en Noruega es de hasta 3 meses y si la mujer prefiere trabajar a quedarse en casa, los padres pueden optar por pedir una licencia.
En otras palabras, para que pueda equiparse el trabajo con la maternidad, es importante la vinculación de la figura paterna en la crianza.

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