Martín Vizcarra a autoridades de Arequipa: "Si ven que en un mes no cumplo, ahí hagan una medida radical" (GEC)
Martín Vizcarra a autoridades de Arequipa: "Si ven que en un mes no cumplo, ahí hagan una medida radical" (GEC)

Editorial Perú21

Después de que el contralor general de la República pusiera en blanco y negro las írritas cifras de avance en el proyecto de Reconstrucción con Cambios, destinado a revertir los daños ocasionados por las lluvias e inundaciones del fenómeno de El Niño costero de 2017 en 13 regiones del Perú, es difícil imaginar, por desgracia, mejor manera de favorecer el discurso de tanto troglodita antisistema que viene surgiendo en distritos y provincias del interior país.

Es decir, que solo se haya podido ejecutar el 11% del presupuesto asignado hace dos años para esas obras pone en evidencia, otra vez, ya no únicamente a un Estado que favorece a quienes pueden pagar las boletas de la corrupción, sino además a un conjunto de organismos e instituciones públicas que, cuando se aprueban iniciativas importantes en beneficio de la comunidad, las terminan haciendo encallar en el maremágnum de papeleos y disputas administrativas entre gobiernos regionales, autoridades municipales y normativas ministeriales.

Es que esas 140 obras abandonadas a su suerte en el kafkiano entramado de la burocracia local, que, como todo indica, la autoridad llamada a liderar esta reconstrucción –señaladamente, su director, Nelson Chui– no ha podido superar ni siquiera con mediano éxito, deberían tener toda la atención del Ejecutivo, con la misma resolución y claridad con que se respalda la lucha del Ministerio Público contra la corrupción.

Es imposible dejar de pensar en la forma en que se pudieron sacar adelante los Panamericanos 2019, tan vilipendiados y combatidos en sus inicios, como contraparte de lo que ocurre en otras esferas de la administración pública. Es cierto que hubo un apoyo específico y decidido de parte de organismos del Estado que de un modo u otro resultaban involucrados en la realización del evento deportivo, aunque fuera a base de autorizaciones, agilización de papeleo y algo de imaginación, pero por qué no plantearse una cosa así respecto a la reconstrucción que demandaba circunstancias tan excepcionales como las de El Niño costero.

Convendría que el presidente Martín Vizcarra tenga en cuenta que el fracaso, la inacción, en el proyecto de reconstrucción en el norte, no dañará solamente a su gobierno, sino a la democracia como pivote esencial del futuro del país.