El artículo 2, inciso 17 de la Constitución Política del Perú señala que todas las personas tienen derecho “a participar en forma individual o asociada en la vida política económica, social y cultural de la Nación. Los ciudadanos tienen, conforme a ley, los derechos de elección de remoción y revocación de autoridades de iniciativa legislativa y de referéndum”.
Las mujeres peruanas, por tanto, tenemos pleno derecho a participar en política. Sin embargo, existen seres vivientes...; perdón, personas, que piensan que las mujeres debemos ser tratadas de distinta manera, burlándose, haciendo calificativos sobre nuestros cuerpos, nuestra edad, el color de nuestro pelo, nuestra manera de vestir, si somos madres o no, si somos casadas o no.
En pleno siglo XXI todavía tenemos que explicar que nuestra participación en la política es un derecho y sus comentarios machistas, misóginos, lesbofóbicos no nos harán retroceder porque estamos fuertes, estamos unidas, conocemos muy bien nuestros derechos, nadie nos asusta. Vamos a continuar con todo entusiasmo para construir una sociedad en la que las niñas sepan que el Perú es de ellas.
Las mujeres que hacemos política hemos soportado que nos manden a servir el almuerzo en los congresos partidarios, que nos tengan todo el tiempo como secretaria de actas, que seamos las que llamemos por teléfono para convocar... ¡Pero esto se acabó! Ahora hacemos política para transformar, para hacer un mundo más libre y seguro para las mujeres. Y por eso nuestra presencia es un mensaje para las niñas, que sepan que estamos haciendo política por tres razones: queremos la mitad del cielo, la mitad de la tierra y la mitad del poder.
Disclaimer: Quien escribe esta columna es precandidata al Congreso de la República por el Partido Morado.