"Pese a la llamada de atención que debió significar la caída de 40% en el PBI de abril, el Gobierno continúa ignorando la necesidad de impulsar los grandes proyectos de infraestructura, como Majes Siguas".
"Pese a la llamada de atención que debió significar la caída de 40% en el PBI de abril, el Gobierno continúa ignorando la necesidad de impulsar los grandes proyectos de infraestructura, como Majes Siguas".

Fue una sensación extraña escuchar nuevamente el ruido de la obra que se construye cerca a mi casa; tomar conciencia de que, luego de 3 meses, cada obrero allí representa a una familia que tendrá nuevamente un ingreso. Sin embargo, en simultáneo se empezaron a ver los problemas en el transporte público: las colas y aglomeración en los paraderos y la imposibilidad de mantener la distancia social y evitar un rebrote de la enfermedad.

Pese a la llamada de atención que debió significar la caída de 40% en el PBI de abril, el Gobierno continúa ignorando la necesidad de impulsar los grandes proyectos de infraestructura, como Majes Siguas, Chavimochic, la línea 2 del Metro o la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez. También se resiste a reconocer la importancia de facilitar la inversión privada a todo nivel: desde los proyectos mineros, hasta la más pequeña empresa que enfrenta tantos obstáculos que solo le queda “refugiarse” en la informalidad.

En lugar de eso, anunció Arranca Perú, un programa de reactivación que recordó modelos pasados de improductivo empleo temporal: pequeñas obras de mantenimiento de las redes viales vecinales; construcción de viviendas, pistas y veredas y mejoramiento de bocatomas y mantenimiento de drenes. Una inversión insuficiente que no alcanzará para dar a la economía el empuje que necesita para recuperarse de la caída del producto (40% en abril), sino que, además insiste en la fracasada fórmula de dar recursos a los gobiernos subnacionales. Y ya sabemos qué pasará con eso.