(Liz Saldaña/Perú21)
(Liz Saldaña/Perú21)

“Ideología de género” es el término que usa la rama más extrema de la derecha y la Iglesia politizada para referirse a las medidas orientadas a promover la igualdad, no discriminación y sexualidad responsable. Es una idea que, a pesar de lo que afirman sus promotores, no encuentra respaldo en la ciencia. Tampoco, evidentemente, en los DD.HH. Aun así, nada de esto ha impedido a sus portavoces vociferar sus prejuicios, llegando al extremo de acusar de terroristas encubiertos a quienes defienden este tipo de principios.
Ayer leí que “lo malo es cuando la ideología de género inyecta a niños o niñas hormonas contrarias a su sexo y encima contra la voluntad de los padres. Defensores de esa ideología ocultan estas noticias y jamás las critican”. Eso es tergiversar totalmente la realidad. También se repite que “con la ideología de género quieren homosexualizar a tus hijos o crear un tercer sexo”. ¿Cómo se logra eso? Homosexualizar a un niño es imposible. Lo que sí es posible es construir cimientos de tolerancia y justicia para un mejor futuro.

Siempre me he preguntado qué piensan los fundamentalistas de Con Mis Hijos No Te Metas o Padres en Acción sabiendo que en el Perú cada día quedan embarazadas cuatro adolescentes menores de 15 años y que ese número aumenta a 10 entre las jóvenes de 15 a 19 años. ¿Creen que todas esas jóvenes querían ser madres? ¿Piensan que los jóvenes dejarán de experimentar sexualmente porque sus padres lo prohíban? ¡Como si no hubiesen tenido esa edad!

También están los que culpan a las mujeres por haber sido violadas, alucinando que son ellas las que violentaron y no las que fueron violentadas. Qué falta de empatía y exceso de misoginia.

Ante tanta necedad, la respuesta tiene que ser información. La evidencia no está de su lado.