A LA DERIVA. “Hace un año Humala nos ofreció un pan con pescado y nada hizo”, dice. (David Vexelman)
A LA DERIVA. “Hace un año Humala nos ofreció un pan con pescado y nada hizo”, dice. (David Vexelman)

Redacción PERÚ21

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Carlos Basombrío,Analista políticoBasándose en los antecedentes, el analista Carlos Basombrío esboza una visión pesimista de lo que nos espera en el penúltimo año de gobierno de Ollanta Humala.

¿Cómo llega el presidente Ollanta Humala a su cuarto año de gobierno?En deterioro. El 2013 fue el año del desencanto, perdió popularidad: 30 puntos en un solo año. También fue el año del desencanto con Nadine Heredia, lo que, a la luz de las cosas, es quizás más importante todavía. El 2014 no solo ha sido el año del desencanto, sino de la imposibilidad de revertirlo. Tal vez lo único que el presidente va a querer levantar es la Línea 2, el Gasoducto del Sur y la refinería de Talara…

Que tienen observaciones de falta de transparencia…Tienen algún nivel de cuestionamiento importante. En los otros ámbitos las cosas han sido malas. La economía crece mucho menos que hace un año. Estoy seguro de que habrá medidas económicas importantes en el mensaje, pero me preocupa si lograrán tener impacto.

¿Ese desencanto que señala a qué nos puede conducir?Se puede convertir en un problema mayor porque se vincula a otros dos problemas muy delicados. Primero, la marea de corrupción que estamos viviendo y que alcanza a gobiernos regionales y a ministros. No digo que esté incubada directamente en su gestión, pero él es el jefe de Estado y también le toca responsabilidad de qué no ha hecho bien para que estas cosas estén tan mal.

¿Humala es responsable desde el momento en que convive con esa corrupción?Convive o la deja pasar. Tenemos el caso López Meneses, que lo roza de distintas maneras. Ese personaje Martín Belaunde Lossio, que no detienen, también lo afecta. El otro tema es el de la inseguridad, y ahí han puesto a un ministro al que le gusta la droga de la cámara, la foto, que reemplaza al comisario del barrio y hace operativos en cada esquina, una cosa muy de capataz. Él ha llamado a esto una guerra contra la delincuencia y todas las guerras necesitan jefes que no están en las esquinas, sino definiéndolas en el mapa. El presidente tiene ya poco aliento, en el tiempo que le queda, para hacer grandes cambios.

Lo que obedecería a su aislamiento político porque su entorno, y el gabinete así lo refleja, es solo un enroque, una movida de piezas.Exacto. Primero se aisló en términos de convocatoria a otros grupos, y luego se fue aislando de gente más independiente. Ahora se repliega no solo hacia dentro del partido, sino hacia adentro de lo que podríamos llamar el nadinismo. La política se ha replegado casi al dormitorio (de la pareja presidencial).

No hablamos ya de humalismo, sino de nadinismo.En la elección de la candidata al Congreso y de la premier se optó por un esquema nadinista.

¿Humala ha sido absorbido por ese nadinismo?En términos de psicología del personaje, creo que Humala es una persona que necesita un soporte emocional muy fuerte. Lo fue su padre durante años con el proyecto etnocacerista. Cuando encontró a Nadine, ella se vuelve ese otro soporte; le da tranquilidad, orden. El nadinismo, finalmente, es más importante que el humalismo.

¿Qué nos espera?No mucho. Vamos a seguir pataleando en el mismo charco. Va a ser una sucesión de coyunturas parecidas con algunas crisis y problemas, pero no vamos a experimentar ningún proceso de transformaciones en ningún sentido hasta que, poquito a poquito, nos vamos a dar cuenta de que ya estamos en otra y de que Humala es parte del pasado. Así va a ser.

¿Cuáles deberían ser los ejes de su mensaje?Que reivindique las cosas que está haciendo, pero que señale también que ha habido dificultades y que el gobierno quiere una agenda hacia adelante, con dos o tres puntos, para trabajar en ella y dejarla encaminada para el próximo gobierno.

En materia económica se anuncia un nuevo paquete.No solo bastan medidas, sino que se las crean los actores económicos. Ellos tienen que creer que esto sí relanza, porque la economía es muy psicológica. Es confianza en un 75%, son decisiones, son bolsillos que hay que abrir…

Para eso hay que dar señales políticas y aquí cada vez que viene un inversionista encuentra a otro premier.Claro, y esa es una mala señal política. No solo se trata de medidas económicas, sino de lograr construir credibilidad para que los actores económicos sientan que hay algo para jugársela y que no digan "mejor esperamos al próximo gobierno". Esos años son de parálisis.

Es usted pesimista…Es que juzgo por todo lo que he visto. Tendría que producirse un gran cambio en muchos aspectos y no creo…

¿Este gabinete debería mantenerse en el tiempo?Un país estable políticamente aspira a mantener su gabinete todos los años de gobierno y a tener una agenda clara. En promedio hemos tenido cinco o seis ministros en cada cartera; eso genera inestabilidad. Uno de los problemas de Humala es que no tiene claro cuáles son sus prioridades; no existe ya la Gran Transformación, tampoco la Hoja de Ruta.

¿Qué le ha afectado más?La gente cuestiona más su falta de liderazgo. La sensación que queda es que, por su relación con Nadine y su aislamiento de otros sectores, no tiene claro adónde nos lleva. A estas alturas y faltando solo dos años –los dos electorales de distinta manera–, es muy difícil que se revierta esta situación y que veamos el gran volteretazo de Humala o el renacimiento de un líder.

FRASES

- "Gana Perú irá desintegrándose porque es gente que está pegada con babas, que fue reclutada para la Gran Transformación y ahora hace un gobierno tradicional; es gente que se ha comido su rabia".

- "No se puede reemplazar reformas institucionales con fotos en los periódicos. Ese es el problema con Urresti: carece de un equipo mínimo para hacer cambios. Es él y él y punto".

- "La candidatura de Nadine Heredia sería una violación constitucional y un golpe autoinfligido final al propio gobierno. Si hay un mínimo de sensatez política, no lo van a intentar".

- "El aislamiento de Humala dificulta la concertación y eso va a plantearle a la premier una barrera adicional cuando vaya al Congreso para su ratificación".

- "Soy enemigo de hablar de psicosociales, pero no veía algo tan grotesco (como el caso Edita) desde la época del montesinismo".

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