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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Pero en el Perú todo es al revés y somos el único lugar del mundo donde el gobernante se encarga de deprimir a sus habitantes. Más aún, estos últimos estaban entusiasmados pero, luego de escucharlo, la mayoría se ha deprimido y alarmado.

En realidad, no entendemos qué quiso lograr el presidente al decir que la crisis había llegado. Lo peor del caso es que, pese a que en otros temas no tiene mayor credibilidad, en este asunto sí le han creído la mayoría de los peruanos. Con lo cual estamos en la absurda posición de tener más de 5% de crecimiento, una baja inflación y cuentas fiscales en azul, pero el 61% de los encuestados consideran que estamos en una crisis económica porque así lo ha anunciado el mandatario.

Incluso, va a ser bien difícil convencer a la población de que la economía está bien y que el presidente se ha equivocado. Al contrario, lo primero que muchos han pensado es que la crisis que se viene debe de ser realmente mala y, por ese motivo, Humala nos está preparando.

Así que el Gobierno tiene que tratar de revertir el colapso en las expectativas, que ellos mismos han propiciado, antes de que el creciente pesimismo del consumidor y del empresariado nos termine frenando, llevándonos efectivamente a una crisis autofabricada, cuando hasta ahora disfrutamos de un crecimiento bastante dinámico.

Por otro lado, es un llamado de atención al militante gremio médico del Estado lo mal que califican su labor los ciudadanos y cómo la inmensa mayoría de ellos prefieren pagar para poder recibir un tratamiento adecuado. Es evidente que la población está pidiendo a gritos una reforma de la salud con más participación del sector privado. Ojalá que en esta ocasión el Gobierno los esté escuchando.