PPK (César Campos)
PPK (César Campos)

Han pasado ya casi tres meses desde que la comisión Lava Jato formalizó su solicitud al presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski, para que, en el marco de su investigación a las obras y concesiones dadas a empresas brasileñas como Odebrecht, declare sobre su intervención en algunos proyectos como el de la carretera Interoceánica y el Gasoducto del Sur.

El jefe de Estado, como es conocido, ha respondido negativamente. Alega que debe “preservar la investidura presidencial”, dice que hay que evitar que se genere un “precedente de continua exposición del presidente a citaciones congresales, administrativas o judiciales”. Y, para disipar la suspicacia, reitera, una y otra vez, que está “comprometido” con la lucha contra la corrupción.

Un primer problema para PPK es que él mismo sentó un precedente cuando recibió a la Comisión de Fiscalización que investigaba el escándalo de su asesor Carlos Moreno. Ahí no alegó “investidura presidencial”.

Como dice el refrán, “la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo”, y quizás por ello la percepción ciudadana sobre la renuencia del mandatario a responder preguntas sobre su presunta relación con Odebrecht –cuando fue primer ministro durante el gobierno de Toledo, o después, en 2007, cuando fundó una ONG en la que compartía asiento de directorio con Jorge Barata– termina siendo negativa.

Esta postura del mandatario más la filtración de informaciones sobre el interrogatorio de Odebrecht en Brasil vienen dando pie a una serie de especulaciones en diferentes foros que no les hacen bien a la institucionalidad y al sistema democrático.

Y es que, al margen de consideraciones políticas sobre el aprovechamiento que determinados bloques parlamentarios pudieran hacer de un eventual interrogatorio al presidente de la República, hay un 68% de ciudadanos que desaprueban su gestión –según la última encuesta de Datum– precisamente por esta negativa a declarar de forma presencial ante la comisión Lava Jato.

Mal aconsejan al presidente, entonces, quienes le dan por su lado y avalan su posición de no recibir a los integrantes del grupo que encabeza Rosa Bartra.