Accidente en Pasamayo (Mario Zapata/Perú21)
Accidente en Pasamayo (Mario Zapata/Perú21)

La informalidad mata, pero los más afectados son los pobres. Cuando se cae un bus en una carretera del interior de nuestro país, quienes mueren en esos accidentes son los pobres; eso además de injusto es perfectamente inevitable.

¿De quién depende? De las autoridades que deben fiscalizar desde el terminal donde salen, la situación laboral de los choferes, sus condiciones de salud y seguridad en el trabajo, si tienen licencia de Defensa Civil, el giro con el que operan debe ser establecido en la licencia; es decir, si es para venta de pasajes no puede ser para terminal terrestre.

Aun cuando la definición de informalidad pueda ser simple y precisa, estimar su tamaño no resulta sencillo.

Se observa que la venta callejera de alimentos es cada vez más común en la vía publica, otro ejemplo que perjudica a los pobres, la salubridad en “expendio de alimentos”, comenzando desde la crianza de animales, pasando por donde se matan a los pollos, cerdos, hasta la manipulación inadecuada del pescado por ejemplo, y del transporte y la venta de la carne de res.

La informalidad mata. Un ejemplo más, cuando los establecimientos que funcionan como talleres de confección tienen personas en pequeños espacios sin ventilación ni seguridad, puede llegar a extremos como el caso de los trabajadores de las Malvinas, quienes murieron ahogados en una trampa mortal creada por la informalidad que en este caso llegó al delito.

El progreso de un país pasa necesariamente por el orden, porque el orden salva vidas y genera las condiciones del desarrollo.

Las personas que tienen capacidad económica pueden pagar servicios con certificados de calidad, no usan esos buses que se caen, ni compran carne en mercados informales, ni trabajan bajo condiciones de explotación.

Es tarea de las autoridades trabajar sin descanso para que todos los peruanos vivamos seguros, trabajemos con dignidad y comamos rico, pero en condiciones sanitarias óptimas.

TAGS RELACIONADOS