notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Aun cuando los indicadores de crecimiento parecen mejorar ligeramente en este último trimestre del año, es mucho lo que falta por hacer desde el gobierno para superar los "vientos en contra" que vaticina –con realismo– el ministro de Economía, Alonso Segura.

Para comenzar, un mayor dinamismo en la inversión pública y una decidida voluntad política de facilitar la inversión privada asumiendo, en serio y no solo declarativamente, un compromiso con la simplificación administrativa.

Solo la inversión en infraestructura (energía, transportes, comunicaciones y agua) debería reemplazar en el corto plazo a la minería como motor de la economía nacional. Las cifras actualizadas de nuestro déficit en este rubro se acercan a los 90 mil millones de dólares y, si bien están en proceso obras tan importantes como el Aeropuerto Internacional de Chinchero (Cusco), el Terminal Portuario General San Martín (Ica), las líneas 3 y 4 del Metro de Lima, el monorriel de Arequipa y los tramos 4 y 5 de la Longitudinal de la Sierra, es mucho lo que falta por hacer, sobre todo en los campos de energía, agua y comunicaciones.

Sobre el agua nos hemos ocupado en una columna anterior (Perú21, 15 de octubre). En lo que se refiere a telecomunicaciones, en el Perú hay un déficit de 14 mil antenas, lo que impacta negativamente en la calidad y celeridad de los servicios de Internet y telefonía móvil.

Y en cuanto a la energía eléctrica, el país tiene asegurada su provisión, con los 5 mil megavatios que hoy genera, apenas hasta el 2016. La paralización de diversos proyectos hidroeléctricos podría generar un déficit para el 2017.

"Hay que mejorar la productividad de la economía", ha dicho el ministro Segura. De acuerdo, señor ministro, pero convengamos en que la responsabilidad mayor recae en usted mismo, tanto en la facilitación de negocios como en promover un impulso mayor a la innovación y la difusión tecnológica.