Evo Morales critica decisión del Perú de retirar la invitación a Nicolás Maduro (EFE)
Evo Morales critica decisión del Perú de retirar la invitación a Nicolás Maduro (EFE)

Es muy preocupante lo ocurrido en Bolivia, donde han allanado el camino para que Evo Morales vaya tras su cuarta presidencia consecutiva. El Tribunal Supremo Electoral de ese país ha habilitado su postulación y ello ha desencadenado una ola de protestas y movilizaciones hacia La Paz.

Hoy Bolivia amanece en paro, en rechazo a la pretensión de Morales, que llegó al poder en 2006 y después no ha querido soltarlo.

La decisión del tribunal electoral, el martes último, se dio a pesar de que el 21 de febrero de 2016, la población ya le había dicho No a la reelección en un referéndum. En esa oportunidad, el 51.3% de votantes rechazó que Morales fuera a la reelección.

Sin embargo, tras ese resultado adverso, el oficialismo boliviano recurrió a su Tribunal Constitucional, el cual en noviembre de 2017 emitió un fallo favorable a Morales. Argumentaron que la Convención Americana sobre Derechos Humanos prima sobre la Constitución y la legislación electoral de ese país, que solo permite dos mandatos seguidos.

El mismo tribunal, obviamente partidario de Morales, incluso ya lo había autorizado antes a presentarse en 2014 a un tercer periodo, pues opinaron que el primer mandato (2006-2009) no se contaba ya que el país fue ‘refundado’ con la Constitución que se dio en 2009.

Para las elecciones, que serán en octubre de 2019, el líder del MAS (Movimiento al Socialismo) tiene que participar en enero en unas primarias que solo serán una formalidad. Aunque Morales dice que su plan es quedarse hasta 2025, bicentenario de la independencia de ese país, ha conseguido que el tribunal dé lugar a una interpretación inaceptable que podría prestarse a una reelección indefinida.

Diversos analistas han advertido una situación peligrosamente parecida a la de Venezuela o de Nicaragua, inclusive. Por ello, en las calles marchan bajo la bandera del 21-F, en alusión al referéndum que en 2016 ya le había dicho No a Evo Morales.

Quizás quien mejor ha descrito el drama que hoy atraviesa Bolivia es su ex presidente Carlos Mesa. Sin duda alguna, se ha dado una herida de muerte a la democracia.