/getHTML/media/1238511
Lo último del paro de Transportistas
/getHTML/media/1238503
Rubén Vargas sobre inseguridad: "Se necesita inteligencia no estado de emergencia"
/getHTML/media/1238497
Gilmer Meza de Sutep Lima: "Ministro de Educación -Morgan Quero- debería de renunciar"
/getHTML/media/1238485
Alfonso Bustamante CONFIEP sobre inseguridad: "No hay liderazgo, hay ineficiencia"
/getHTML/media/1238306
Mariana Costa de Laboratoria habla sobre sus encuentros Obama y Zuckerberg en La del Estribo
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238303
¿Cementos y fútbol femenino? Gabriel Barrio de Unacem en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
/getHTML/media/1238198
Lo último: allanan la casa de 'Chibolín'
/getHTML/media/1237508
Hugo de Zela sobre viaje a EE.UU.: "Se intentó explicar al Congreso, pero Dina no quiso"
/getHTML/media/1237506
Abraham Levy: "Hay mucho desinterés sobre los incendios forestales"
/getHTML/media/1237484
Darío Sztajnszrajber, filósofo: "Aprendamos a vivir el amor también con sus sombras"
PUBLICIDAD

Moraleja Australiana

"Perú tiene el privilegio de ser el hogar de diversos ingredientes minerales, animales y vegetales, pero eso no es garantía de prosperidad". 

Imagen
alpaca
"La historia del merino australiano es una lección y advertencia sobre los peligros de conformarse con la exportación de commoditties".
Fecha Actualización

Para los entendidos en moda, la lana merino, fibra proveniente de esta variedad de ovejas, es una de las más valoradas en la producción de vestimenta natural y durable. Australia produce el 90% del merino fino, y esta lana, ya transformada, se exhibe en las vitrinas de las marcas más exclusivas del planeta.
Sería razonable suponer que Australia tiene una industria textil boyante, pero no es el caso. Hasta la década de los noventa, existía un sector australiano diverso de diseñadores y fábricas. Sin embargo, la globalización y la proximidad a China hicieron que se concentren en la exportación de materia prima. Hoy, solo quedan escombros de esa industria, mientras los granjeros, que ahora exportan la fibra sin valor agregado, son cada vez más vulnerables al calentamiento global (manifestado en voraces y terroríficos incendios forestales).
Una nueva movida intenta resucitar la producción local de moda, pues los australianos ahora reconocen la incongruencia de exportar materia prima para luego comprarla de vuelta, procesada, dejando que el valor (y los puestos de trabajo) se generen en otro lado.
La industria de la alpaca peruana podría percibirse como una habitada por pocas empresas, pero la conforma un rico ecosistema de diseñadores, marcas jóvenes, artesanos, talleres familiares, emprendedores y, ni que decir, de las decenas de miles de familias que se dedican a la crianza de este noble animal en zonas remotas a más de 4,000 msnm. Dinámicas similares ocurren con todos los insumos que hoy se rescatan para brillar en nuestra gastronomía.
La historia del merino australiano es una lección y advertencia sobre los peligros de conformarse con la exportación de commoditties. Perú tiene el privilegio de ser el hogar de diversos ingredientes minerales, animales y vegetales, pero eso no es garantía de prosperidad. 
Agregar valor a nuestras materias primas en suelo peruano es la mejor manera de proteger nuestras industrias, generar trabajos, impulsar la innovación y preservar nuestras tradiciones. La alternativa es ser solo testigos de cómo nuestros recursos naturales enriquecen a otros.