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Durante la audiencia pública del caso de Mónica Feria ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), desarrollada ayer en Costa Rica, la defensa de la mencionada terrorista –acusada de subversión por las autoridades peruanas– entró en contradicciones.
Esto fue advertido frente a los magistrados de esa corte por el procurador supranacional Luis Huerta Guerrero, quien defendió al Estado peruano.
El abogado señaló que Feria consideró justa la sentencia del tribunal de jueces sin rostro cuando la absolvieron –en junio de 1993–, pero que la desconoció y la cuestionó en el momento en que otra instancia del mismo aparato judicial decidió reabrir su proceso seis meses después.
En la diligencia también participaron la hermana mayor de Mónica Feria, la fiscal Magda Atto y dos peritos.
La exsenderista demandó al Perú ante la CIDH por supuesta detención irregular, violación y torturas.
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