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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

A 22 días de dejar la presidencia, el mandatario Humala afirma, suelto de huesos y con poco rubor en el rostro, que "los políticos creen que el Perú es su chacra". ¿Se habrá referido, también, a su manejo gubernamental de los últimos 5 años? ¿Quizá ha olvidado el haber claudicado de muchas de sus funciones en el liderazgo de la lucha contra la inseguridad y la corrupción? ¿Habrá reflexionado, quién sabe, sobre su decisión de compartir el poder con su esposa sin que ostente cargo alguno ni haya sido elegida a nada? ¿Avalará la denuncia del contralor respecto a la compra de patrulleros coreanos (donde fue agregado militar) que no fueron diseñados para esa actividad?

Por otro lado, ¿habrá felicitado a su ministro de Defensa, Jakke Valakivi, por responder con nota sobresaliente a sus titiriteros para seguir adelante con una absurda denuncia contra periodistas, que lo que ha demostrado, en realidad, es que no se reveló ninguna información que atentara contra la seguridad nacional, sino que destapó, claramente, cuestionables gastos desviados del presupuesto para inteligencia en el Vraem? ¿Se habrá percatado del temor y el balbuceo de su titular de Defensa cuando tuvo que responder sobre el cuestionable caso? ¿Se trata de la punta del iceberg que conducirá a la prensa a revelar gastos para colaboradores fantasmas y bolsillos ajenos con fines nada santos?

¿Chacra? ¿Es de la suya de la que habla Ollanta Humala? Ayudaremos a que el propio presidente tenga que responder respecto a la reimplantación de una cultura del secretismo que no se vivía en el Perú desde épocas de dictaduras militares y militaristas.

Estas son preguntas que el presidente debería estar haciéndose antes de seguir hablando junto a la inseparable primera dama. Consejo de conejo: comience a ver la viga en su propio ojo y no la paja en el ojo ajeno. También va para la señora Heredia, quien asegura que "quisiera ver a los políticos trabajando por el pueblo". ¿Tanto como ellos? ¡Plop!