Mónica Delta: Quiero dar gracias

Por estar con mi familia. Porque mis hijos están sanos y vivos. Porque son buenos. Por tener salud y un buen seguro. Por recibir un abrazo al levantarme y al acostarme. Por no haber sido víctima de un asalto. Porque nunca me alcanzó una bala perdida. Porque no rompieron las lunas de mi auto para robarme. Porque tengo el privilegio de llegar a millones de peruanos todos los días desde hace casi 34 años.

Porque esta columna me permite expresar sentimientos encontrados, frustraciones y analizar la situación política. Porque he nacido en el Perú, país de contrastes y grandes oportunidades, muchas veces desperdiciadas.

Porque todavía estamos a tiempo de tomar buenas decisiones y enderezar el rumbo. Porque aún puedo soñar con un proyecto-país. Porque pude estudiar y voy a seguir haciéndolo. Porque puedo viajar y seguir aprendiendo. Porque el próximo año será elegido un cuarto presidente o presidenta democrático.

Porque parecen haberse desterrado las dictaduras. Porque, a pesar de todo, vivimos en un país libre y que se abre paso. Porque, cuando nos lo proponemos, podemos alcanzar metas. Porque durante todo el año hemos enumerado todo lo malo y hemos criticado a todos. Porque es tiempo de agradecer. Porque es bueno decir gracias y por favor. Porque, si nos detenemos un poquito, podemos volver a tomar impulso para hacer mejor las cosas.

Porque creo en Dios. Porque el papa Francisco ha alegrado mi vida de creyente. Porque siempre es posible ser mejor. Porque tengo amigos entrañables que no son aquellos de paso. Porque siempre aprendo de la gente más humilde. Porque, si le ganamos a la soberbia, hemos crecido. Porque la miseria solo la tienes cuando el alma se empobrece. Hoy 24 de diciembre es un día para agradecer por las cosas más simples y bellas de la vida. Tenemos 364 días del próximo año para la pelea y para la crítica. Hoy solo quiero desearles a todos, sin excepción, ¡Feliz Navidad!

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