Estamos en los tiempos en los que cuesta mucho trabajo explicar a aquellos estudiantes de Periodismo, por qué se publican (o copian) libros “sin citar fuentes” que no generan una sanción y más bien, citar las fuentes, hacer un trabajo riguroso de recopilación de testimonios, te condena. Lo único que queda es seguir levantando la voz. Como en toda profesión hay buenos y malos, además de la libertad del ciudadano de creerle a unos más que a otros, sin embargo, esta respuesta contundente contra este atropello judicial encierra un tema fundamental: La defensa de tu derecho a saber, a conocer profundamente cuáles son esos detalles de la vida de un ciudadano que pretende ser autoridad o ya es y que pretende quitarte tu libertad a saber.