Mónica Delta: Hágase una, presidente

Faltan 12 días para que empiece la cuenta regresiva de este gobierno. Ollanta Humala ingresa a su quinto año de administración y la percepción generalizada es que ha sido mediocre y que solo se espera que termine su mandato. El 28 de julio será su penúltima presentación en el Congreso y el 29 su último desfile militar.

El presidente nacionalista tiene todavía la gran oportunidad de hacer lo correcto si así lo decidiera, aunque, para ser sincera, lo dudo. Para lograrlo tendría que salir de su aislamiento político. Pese a ser un año electoral, debe consensuar estrategias legislativas con lo que le queda de bancada, debería escuchar a los que le han sido leales y hoy marcan distancia, y también a la oposición constructiva. Debe tener apertura con los ciudadanos peruanos.

Él no es un rey ni un virrey. Debe dejar de hacer proselitismo enfocando sus discursos viajeros en la defensa de su esposa. Tiene derecho a usar su libertad de expresión, pero escucharlo hablar siempre de Nadine cansa y aburre a la inmensa mayoría.

Debe aprender a tener sentido de la oportunidad cuando está representando al país en el exterior. Si considera que su cónyuge no puede defenderse sola, acepte una entrevista en el Perú, larga y tendida, con el entrevistador o entrevistadora que escoja, como lo ha hecho en tres o cuatro oportunidades.

Lo verdaderamente importante es que garantice un año de esfuerzo y de medidas acertadas que destraben la inversión pública y agilice la inversión privada, que están prácticamente paralizadas. Es indispensable que, cuanto antes, lidere la ejecución de medidas de seguridad de corto plazo (para el largo ya se perdieron cuatro años). Esperemos que su discurso de 28 tenga carne y no solo hueso, con el consabido recuento interminable de logros.

Queremos escuchar con énfasis que respeta las instituciones del Estado y que no caerá en el vapuleo de las mismas cuando no esté de acuerdo con alguna acción o decisión. Queremos un compromiso de respeto escrupuloso del proceso electoral. ¡Hágase una, presidente!