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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Jodidos. Así estamos. Inseguridad galopante, liderazgo político nulo, la economía haciendo agua, fenómeno de El Niño fuerte o extraordinario inminente y 25% menos en las exportaciones. Además, seguimos con un dólar con alas, con inversionistas privados contando los días para que acabe este gobierno y con la inversión pública en descenso.

Humala rayó la cancha con Nadine desde que le entregó "la agenda". Introdujo en el gobierno y en su partido un manejo del poder de dos, en el que su lugar siempre estuvo en duda. Hoy hay certezas. Al principio, todos le sonreían. Lo tomaron como una "gracia presidencial", desde sus ministros hasta la clase empresarial, pasando por la prensa. Hoy es un problema nacional que nos agrava el presente de manera preocupante. Las vacas flacas llegaron. El Perú necesita un shock de confianza y nuestro presidente es un "manojo" de desconfianzas. Ollanta Humala asegura que su obsesión es la educación, pero a los peruanos nos parece que lo que verdaderamente le obsesiona es su esposa y su pleito con Alan García. Hace rato estamos semiparalizados. El premier Pedro Cateriano, que empezó con un buen impulso, dice que hay algunos que están desesperados por sentarse en Palacio. Puede ser. Sin embargo, lo evidente es que hay muchos "desesperados" con que este gobierno concluya. No se ven medidas económicas certeras. El país quiere seguridad, orden, no perder lo alcanzado en la última década. Quiere respuestas a su incertidumbre. No quiere pleitos. Quiere una sola AGENDA: PAÍS. Se necesita una transición inteligente. El gobierno saliente debe tener firmeza, no arrogancia ni testarudez. Es indispensable un gabinete que responda a necesidades de primer orden. No puede ocurrir que un ministro de Agricultura, por ejemplo, no esté preparado para responder sobre el plan de contingencia frente a El Niño. En resumen, los peruanos queremos que, aunque venga la vaca flaca, el gobierno haga su parte del trabajo. Ya habrá tiempo para conocer la dimensión y las consecuencias de las agendas personales.

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