Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). (Foto: USI)
Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE). (Foto: USI)

El joven que está por culminar sus estudios tiende a estar muy motivado por conseguir su primera chamba, obtener un salario que sea suficiente y aplicar los conocimientos adquiridos después de haberse quemado las pestañas por años. Lamentablemente, muchos de estos jóvenes ven truncados sus deseos cuando buscan sus primeras prácticas profesionales.

Esto se debe a que el mercado laboral peruano es duro para absorber a nuevos trabajadores. No por nada estamos en el puesto 129/137, entre Zimbabue y Túnez, en relación a las prácticas para contratar y despedir (WEF). Esta situación explica por qué muchos jóvenes se ven obligados a aceptar cualquier trabajo, así no se relacione con lo que estudiaron.

Ante tal problema, la lumbrera que dirige el ministro de Trabajo no tuvo mejor idea que crear el régimen de prácticas profesionales en el Estado.

Esto permitirá contratar jóvenes que estén terminando o hayan culminado sus estudios superiores. Trabajarán hasta 48 horas semanales por dos años como máximo y recibirían al menos una RMV (S/930), un bono de medio sueldo cada seis meses y cobertura en Essalud. Dado que el ministro no ha mostrado reparo en engrosar la planilla del Estado, potencialmente 221,000 practicantes se incorporarían, algo que costará cerca de S/2,600 millones al año.

Cabe preguntarse si aquellos jóvenes que culminen sus prácticas en el Estado adquirirán la experiencia suficiente para enfrentar un entorno profesional altamente competitivo y globalizado. Difícil.

Si todas las entidades estatales fueran tan competentes como algunas empresas privadas o determinadas entidades públicas, como el BCRP o la SBS, la respuesta sería afirmativa. Sin embargo, esa no es la realidad.