Vía crucis minero
Vía crucis minero

Perú ha caído ocho posiciones en el ranking mundial de competitividad minera elaborado por el Instituto Fraser. El resultado no sorprende pues es reflejo de todo lo que hemos visto en el país desde julio del año pasado hasta la fecha.

Desde que llegó al poder este Gobierno, decidió darle totalmente la espalda a la minería, una de las actividades que más aporta al PBI, genera miles de empleos y entrega millones de soles en tributos y regalías a numerosos poblados en provincias. Permitió que se quemen campamentos mineros en Ayacucho, que Las Bambas padezca meses de paralización por el bloqueo del corredor por donde se transportan los minerales, y ahora, trata con actitud más que permisiva a los comuneros (que más parecen chantajistas, a lo Pepe ‘Lentejas’ Julio Gutiérrez) que hace semanas tienen en jaque a la mina de Cuajone en Moquegua.

Ello, por supuesto, sin mencionar lo absurdo y contradictorio de muchas de las demandas de los poblados más beligerantes, que, de ser escuchados por el Ejecutivo o la empresa, perjudicarían a comunidades vecinas que, seguramente, no tardarían a su vez en salir a bloquear carreteras o el flujo del agua en defensa de sus derechos presuntamente vulnerados. Es decir, la de nunca acabar.

No solo influye la inacción gubernamental, que permite que vandalicen campos y costosas instalaciones de exploración y explotación de las inversiones mineras; también tienen que ver los permanentes ataques al sector que se lanzan desde el oficialismo. Ataques aparentemente retóricos o demagógicos que, sin embargo, se traducen luego en demandas desmedidas a las empresas de cada zona en conflicto.

“Los anuncios del Gobierno en torno al incremento de impuestos a la minería y su potencial intervención en el sector, han ocasionado que las empresas duden en efectuar nuevas inversiones”, explicó el presidente de una compañía minera al Instituto Fraser.

Y para remate, el lunes, este mismo Gobierno inepto nombró como director general de Minería a un ingeniero que venía dedicándose a la atención de puestos de venta en el Mercado Modelo de Huancayo. Esa es la medida de la importancia que Castillo le otorga a esta actividad económica. ¿Cómo no darle, entonces, la razón a ese 63% de peruanos que piden la renuncia del mandatario?