El ministro de Salud, Víctor Zamora. (GEC)
El ministro de Salud, Víctor Zamora. (GEC)

Especialistas locales confirmaron lo que pareció un exceso de confianza presidencial cuando se anunció que el país había llegado al tope de la curva de la enfermedad y que, de esa fecha en adelante, comenzaría un descenso en sus cifras de expansión. La opinión de los infectólogos llegó en buen momento, pues para nadie era un secreto que el mismo día de la presentación de Martín Vizcarra se había roto el récord de contagios diarios en territorio patrio: 4,247 casos nuevos; con un total de 2,267 occisos en lo que va de la pandemia.

“El Perú llegó al tope, a la cima, y comienza ya este nivel lento de descenso, que es lo que habíamos estado esperando”, afirmó el presidente. Esta medición, dijo, la obtuvo de análisis realizados por el Gobierno, así como por investigadores privados e independientes.

El vicedecano del Colegio Médico del Perú, Ciro Maguiña, experto en el tema por lo demás, fue algo más cauto en su explicación de las estadísticas. “¿Cuánto dura un brote? 11 semanas. Estamos en la novena semana con esa cantidad de casos y, en teoría, el brote debería bajar lentamente en las siguientes dos semanas, pero eso no significa que estemos ganando la batalla”. El doctor Manuel Espinoza, presidente de la Sociedad Peruana de Enfermedades Infecciosas y Tropicales, coincidió también con el análisis del gobierno, pero también con la cautela de Maguiña.

La ciencia, entonces, aunque respalda la lectura presidencial, aconseja no dejar de ser prudentes en cuanto a reaperturas y contactos sociales, así como evaluar el mantenimiento de cuarentenas parciales, localizadas. No debe perderse de vista lo que acaba de ocurrir con las reaperturas en Corea, cuya estrategia contra la pandemia había sido ejemplar en el mundo (la semana antepasada registró 89 infectados por una sola persona, durante una misma noche, en un barrio de discotecas en Seúl), y en Chile, donde se cantó victoria prematuramente y un violento rebrote ha obligado a que se decrete cuarentena total en Santiago.

Con lo cual avisados estamos; la batalla contra el patógeno será dura y larga: cuidado con comenzar a festejar. Esta “meseta” no es como para echarnos a dormir en nuestros laureles.

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